martes, 27 de noviembre de 2012

Catedral


La primera piedra de la Catedral fue colocada por Hernán Cortes en 1524 en un acto de gran significado simbólico al situarla en el cruce de las calzadas que desde los cuatro puntos cardinales conducían al centro espiritual de la capital azteca, utilizando en su construcción las piedras que habían formado parte del Templo Mayor de la Gran Tenochtitlan hasta antes de su destrucción. Su construcción comenzó en 1563 y no fue concluida hasta 1813. Como consecuencia de ello, el edificio responde a distintos estilos arquitectónicos: renacentista herreriano, barroco y neoclásico. Era el centro desde la cual partía la civilidad, y hasta la cual llegaban todos los puntos por más alejados que estuvieran. Sin duda, la iglesia conjuraba con esta construcción a la población para generar una comunidad de fe, pero también significaba el poder que la iglesia mantenía y ejercía sobre la población, pues introducía a esta a los ritos.
Ubicada al norte de la plaza de la constitución o el zócalo. La necesidad de tener un lugar donde celebrar el culto católico, recién lograda la conquista, hizo urgente la construcción de un sólido edificio que por su nobleza y ornato fuera símbolo de la grandeza de la nueva religión.
La primera catedral construida de oriente a poniente quedo terminada en 1525, pero por no ser tan majestuosa como se quería y por hallarse deteriorada al poco tiempo de inaugurada, pronto fue necesario construir una nueva, que no fue comenzada sino hasta 1573.
Las condiciones del suelo y la escasez de recursos hicieron que la nueva construcción creciera lentamente; tan solo la cimentación tardó cerca de 42 años. En 1626, una vez habilitada la nueva sacristía, la vieja catedral pudo ser finalmente demolida. El 22 de diciembre de 1667 se hizo su dedicación a la Asunción de María, de quien fuera muy devoto Hernán Cortés.
El proyecto original fue realizado por el arquitecto Claudio de Arciniega, pero en sus dos siglos de construcción muchos otros intervinieron en ella, modificando el proyecto según el gusto de la época. Como material de construcción se utilizaron las piedras de lo que fueron edificios prehispánicos. Los últimos trabajos fueron realizados por Manuel Tolsá y Damián Ortiz de Castro en 1813.
Durante la ceremonia de consagración en 1656, el virrey duque de Albuquerque entregó simbólicamente las llaves de la catedral a la ciudad, y con su esposa y su hija barrió el presbítero con gran humildad. 
Sobre la puerta principal se encuentra en relieve la imagen de Nuestra Señora de la Asunción, patrona de la Catedral. En su interior hay catorce capillas laterales, de las cuales la más famosa es, tal vez, la capilla de Los Santos y Ángeles y Arcángeles; sobre el lado izquierdo está la capilla de San Felipe de Jesús, primer santo mexicano, que contiene la pila donde fue bautizado, además de los restos de Agustín de Iturbide. En el ábside sobresale el esplendor dorado del Altar de los Reyes. 



Catedral en la actualidad

Catedral en la época virreinal
Nosotros en la Catedral












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